Negro sobre blanco: Reportaje sobre CONTAGION, de Steven Soderbergh

Cuidado con lo que tocas

El nuevo filme de Steven Soderbergh, protagonizado por Matt Damon, es tan cercano a una posible realidad que hace poner la piel de gallina. Así que a lavarse la manos…

Escena de "Contagio" (Contagion) - Festival de Cine de Venecia

No es para crear pánico, pero seguramente después de ver Contagio, se lo va a pensar más de dos veces para darle la mano a otra persona, apoyarse en el pasamanos de las escaleras de un edificio público o sencillamente hablarle muy de cerca al compañero de asiento en el autobús.

Como si no bastase con las noticias diarias anunciando epidemias, gripes mortales, amenazas de armas biológicas, y cosas por el estilo, al oscarizado Steven Soderbergh “se le ha ocurrido” llevar a la gran pantalla una historia que por ser tan cercana a la posible realidad, ya tiene pinta de descabellada.

“Para mí uno de los atractivos para hacer esta película fue que no había una metáfora”, deja caer Soderbergh. Y vaya que no la tiene; como también carece de esos momentos en los que te pones a pensar en ir a comprar cotufas o en cumplir con el llamado del cuerpo para soltar aguas. Con Contagio eso no es posible, ya que su ritmo vertiginoso mantiene al espectador concentrado (y boquiabierto) frente a la pantalla.

Ser famoso no inmuniza

¿Sabía usted que por minuto nos tocamos la cara de tres a cinco veces, y que entretanto también le metemos mano a todo lo que se nos ponga a nuestro alcance, como grifos, manillas, otras personas…?

Con claridad a lo Plaza Sésamo lo explica la Dra. Erin Meras, interpretada por la titánica Kate Winslet, una de las estrellas del nutrido e excelente elenco de Contagio.

Junto a Winslet figuran también Matt Damon, como Mitch Emhoff, un padre que trata de proteger del virus mortal a lo que le queda de familia, ya que su esposa Beth (Gwyneth Paltrow) y su hijo pequeño han sido las primeras víctimas; Laurence Fishburne (conocido por CSI Las Vegas y Matrix) como el Dr. Ellis Cheever, director del Centro para Control de Enfermedades, en su lucha contra el tiempo, el virus y los políticos (que creen que se trata de un atentado) y su afán para encontrar una antídoto; la francesa Marion Cotillard (dada a conocer por Inception), como la Dr. Leonora Orantes a quien secuestran en Hong Kong en plena investigación; y el galán inglés Jude Law como un bloggero mequetrefe en búsqueda de la verdad y con ansias de destacar.

Con más estrellas que en el cielo, a Steven Soderbergh le resultó mucho más fácil el trabajo de lo que se puede imaginar, “tomando en cuenta que el material no era tan fácil de tratar”, apostilla. Como nota curiosa: en Contagio ser famoso y ganar millones no garantiza que se sobreviva al virus.

“Ayuda mucho contar con estrellas cinematográficas asumiendo tantos roles como sea posible, porque la historia se apoya bastante en esos personajes, y es tanta la información, que al público se le hace más fácil tener un punto de referencia en ellos”, analiza el fogueado director de 48 años, para luego profundizar: “No es por nada que las celebridades han existido desde los inicios del cine, es bueno para el público, ya que le gusta tener gente con la que se puedan identificar”.

(Lee el reportaje completo en DOMINICAL del 11.12.2011)

 

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